Hola, chicos!
Lo primero de todo, quiero
dejaros el enlace de un video que hicimos hace 3 años:
En el podéis comprobar algo que ya sabíamos,
que Meyer tenía unos huevos como castillos y que le encantaba vivir la vida. El
Meyer de este vídeo es el que vamos a recordar siempre. Es como era él siempre.
Verdad es que él y yo no
hablábamos mucho, porque yo no le entendía muy bien, y a lo mejor tenía que
haber aprendido, pero me encanta como se tomaba la vida. Él, con dos narices,
desafiaba a la vida, porque el tío se atragantaba pero le daba igual, era feliz
comiendo aunque estuviera media hora con la patata por ahí rulando. También con
dos cojones, se zampó 52 mejillones, pero era feliz porque había batido el
record, aunque al día siguiente no pudiera ni moverse. Por no decir cuando se
le ocurrió meterse un huevo duro entero en la boca. Tuvieron que meterle los
dedos para sacárselo, porque se ahogaba, pero él se descojonaba.
Y como esas, un montón. Por eso
me encanta su forma de vivir, porque no veía el peligro y ahora sé que, desde
donde esté, se estará descojonado y desplumando a todos, como hacía con nosotros.
MEYER, te queremos y nunca, nunca,
te olvidaremos.
Descansa en paz.
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