Unos de los viajes en los que sin duda mejor lo he podido pasar fue cuando 3 amigos (Juan, Ignacio e Iñigo) y yo nos fuimos a ver a Rocío (otra amiga) a tierras gallegas. Fue un viaje de locura. Al ir para allá, nos pilló una caravana en la que estuvimos más de una hora parados. Al quitarse la caravana, mi querido amigo Iñigo le empezó a dar zapatilla al coche para recuperar el tiempo perdido. De copiloto iba yo. Claro, las piernas se me dormían de tanto tiempo en coche. Entre piloto y copiloto se metió Juan para colocarme la pierna izquierda, e Ignacio entre la venta y por encima del asiento del copiloto colocando la pierna derecha, mientras Iñigo le daba zapatilla al coche. De repente vimos un fogonazo de luz, y nos quedamos en silencio hasta que dije yo: “joder, hay rayos”, y me saltaron los tres a la vez “¡Que coño! ha sido una foto por alta velocidad”.
Llegamos al hotel, por fin, como a las 12 de la noche, y en recepción nos dicen que la reserva era para el día siguiente y que la habitación de minusválidos estaba ocupada esa noche. Claro, como era fallo de ellos pues nos dieron otras dos habitaciones, una normal y una suite, pero como el cerco de la suite era pequeño y no podía girar, Juan y yo nos quedamos en la normal. Vamos todos a mi habitación y empezamos a mirar detrás de la tele a ver si tenía euro conector para enchufar la Play Station, y decimos Iñigo y yo: “mierda, no tiene”, y me dice Iñigo “ahora vengo”. Se va a su habitación y, de repente, se oye una voz a lo lejos: “abrirmeeee” y viene con la tele enorme de su suite por todo el pasillo corriendo y me dice: “mira, gordo, lo que te traigo” jajajaja, yo muerto de la risa. Ponemos la Play y nos ponemos a jugar al karaoke y, ZAS, el hotel nos llama la atención porque los vecinos se habían quejado, así que, todos a dormir. Al día siguiente nos fuimos nosotros cuatro con Rocío y sus amigas a Santiago de Compostela. Allí me hicieron una caricatura, yo no quería, porque me daba vergüenza, pero Ignacio, como yo iba con la silla manual, me puso delante del tío y le dijo: “hazle una caricatura a este gordito tan simpático”. Yo me cagué en toda sus muelas porque, después de la vergüenza que pasé, me dijo que la había pagado el y que se la quedaba. Luego me la regalo por mi cumpleaños enmarcada.Comimos de miedo y, después, nos tiramos en medio de la plaza del Obradoiro al solecito al que, por cierto, nos quemamos un poco. Después nos fuimos a casa de Rocío a cenar y a jugar al karaoke y al Buzz. Pedimos unas pizzas para cenar y cuando llamaron al telefonillo para traer la pizza dice Rocio en voz alta: “estará bueno el pizzero????” Abre la puerta y el pizzero estaba ya detrás de la puerta muerto de la risa y ella muerta de vergüenza jajajaja. Luego nos fuimos de fiesta hasta las tantas. Al día siguiente nos fuimos a comer a un asador de carne al que llegamos tarde porque Rocío se confundió de autopista y cogió la de Santiago, por lo que hicimos como 80 kms más después nos fuimos a ver un poco La Coruña, pero como hacia frío pues nos fuimos al hotel y por la noche nos fuimos de tapeo para cenar y ver el partido. Al día siguiente, que ya nos veníamos para Madrid, los muy perros me querían dejar sin ir al cuarto de baño a hacer mis necesidades y que aguantara hasta Madrid, a lo cual me negué totalmente, jajaja. Comimos rápido y nos vinimos para Madrid, eso sí, haciéndonos un foto de despedida.Después, en mi cumpleaños, Rocio y sus amigas me regalaron un álbum con las fotos del viaje.
En resumidas cuentas, un pedazo de viaje enorme.
Os dejo fotos de cada momento.
Llegamos al hotel, por fin, como a las 12 de la noche, y en recepción nos dicen que la reserva era para el día siguiente y que la habitación de minusválidos estaba ocupada esa noche. Claro, como era fallo de ellos pues nos dieron otras dos habitaciones, una normal y una suite, pero como el cerco de la suite era pequeño y no podía girar, Juan y yo nos quedamos en la normal. Vamos todos a mi habitación y empezamos a mirar detrás de la tele a ver si tenía euro conector para enchufar la Play Station, y decimos Iñigo y yo: “mierda, no tiene”, y me dice Iñigo “ahora vengo”. Se va a su habitación y, de repente, se oye una voz a lo lejos: “abrirmeeee” y viene con la tele enorme de su suite por todo el pasillo corriendo y me dice: “mira, gordo, lo que te traigo” jajajaja, yo muerto de la risa. Ponemos la Play y nos ponemos a jugar al karaoke y, ZAS, el hotel nos llama la atención porque los vecinos se habían quejado, así que, todos a dormir. Al día siguiente nos fuimos nosotros cuatro con Rocío y sus amigas a Santiago de Compostela. Allí me hicieron una caricatura, yo no quería, porque me daba vergüenza, pero Ignacio, como yo iba con la silla manual, me puso delante del tío y le dijo: “hazle una caricatura a este gordito tan simpático”. Yo me cagué en toda sus muelas porque, después de la vergüenza que pasé, me dijo que la había pagado el y que se la quedaba. Luego me la regalo por mi cumpleaños enmarcada.Comimos de miedo y, después, nos tiramos en medio de la plaza del Obradoiro al solecito al que, por cierto, nos quemamos un poco. Después nos fuimos a casa de Rocío a cenar y a jugar al karaoke y al Buzz. Pedimos unas pizzas para cenar y cuando llamaron al telefonillo para traer la pizza dice Rocio en voz alta: “estará bueno el pizzero????” Abre la puerta y el pizzero estaba ya detrás de la puerta muerto de la risa y ella muerta de vergüenza jajajaja. Luego nos fuimos de fiesta hasta las tantas. Al día siguiente nos fuimos a comer a un asador de carne al que llegamos tarde porque Rocío se confundió de autopista y cogió la de Santiago, por lo que hicimos como 80 kms más después nos fuimos a ver un poco La Coruña, pero como hacia frío pues nos fuimos al hotel y por la noche nos fuimos de tapeo para cenar y ver el partido. Al día siguiente, que ya nos veníamos para Madrid, los muy perros me querían dejar sin ir al cuarto de baño a hacer mis necesidades y que aguantara hasta Madrid, a lo cual me negué totalmente, jajaja. Comimos rápido y nos vinimos para Madrid, eso sí, haciéndonos un foto de despedida.Después, en mi cumpleaños, Rocio y sus amigas me regalaron un álbum con las fotos del viaje.
En resumidas cuentas, un pedazo de viaje enorme.
Os dejo fotos de cada momento.
Jajajaja Grande Gordito!! se te ha olvidao contar lo de adelantar a mi prima mientras tu conducias!! jajajajaja
ResponderEliminarUn beso!
Jajaja es verdad!!! Bueno no pasa ya viendo tu comentario ya se lo imaginan jajajaja un beso
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